La pandemia Covid-19 aceleró lo que ya estaba en el camino para muchos de nosotros que trabajamos en una corporación, el trabajo remoto… ¿Cómo establecer objetivos razonables cuando existe la posibilidad de trabajar tantas horas como puedas o quieras?
A principios de la década de los 90 cuando algunos de nosotros comenzamos a trabajar en una corporación el trabajo era = un lugar + objetivos de negocio o metas asociadas a objetivos de negocios. Sin duda alguna la permanencia en el lugar de trabajo era algo relevante, ¿a qué hora llegas?, ¿a qué hora te vas?, ¿cuántas horas trabaja tu superior?, ¿puedo llegar más tarde que mi jefe o puedo irme más temprano que él? todas preguntas que el día de hoy tienen menos o muy poca relevancia. Sin embargo, el parámetro horas-oficina, horas-silla u horas-trasero, como quiera las llamaran en su lugar de origen era un parámetro muy importante a la hora de evaluar el desempeño de un empleado en un entorno de oficina, crease o no…
Ténganse en cuenta que en ese entorno de oficina de inicios de la década de los 90 en muchos lugares, yo diría en la mayoría de los lugares sobre todo en América Latina, no existía el celular, no existía el acceso a Internet por lo tanto tampoco existía el e-mail. Finalmente cuando Internet llegó, recuerdo aún que una de las discusiones relevantes en ese momento era si se iba a otorgar acceso a Internet a todos los empleados o no, los pro y los cons de tener una ventana al mundo donde se podía pasar mucho tiempo haciendo algo diferente a trabajar, como vemos el concepto de «horas-trabajo» era un parámetro de medición muy importante, de alguna manera nos daba una idea de cuán intensamente estábamos empeñándonos para el logro de los objetivos de negocio.
El tiempo en la oficina ponía un límite a nuestra capacidad de producir y por lo tanto a la capacidad de la corporación como un todo.
Sin duda alguna un salto cuántico respecto a nuestra realidad actual en donde en muchas corporaciones no sabemos donde están los empleados y al menos en mi caso tampoco me parece de relevancia. Si hubo un salto cuántico en la manera en la que trabajamos entonces sin duda alguna debe haber un salto cuántico en la manera que establecemos y medimos la consecución de nuestros objetivos como empleados de una corporación.
Si el tiempo disponible en la oficina era quien ponía un límite a nuestra capacidad de producir y a la capacidad de producir de la corporación que componíamos ¿qué es lo que pone el límite hoy en nuestro nuevo entorno de trabajo remoto?, en nuestro entorno de trabajo siempre-en-línea…
Sin duda alguna un norte son los objetivos de negocio de la corporación pero cómo saber si los objetivos son suficientemente exigentes para el uso de «la capacidad instalada», cómo saber si estamos sobre exigiendo o sub ocupando a los empleados. Creo que aquí es donde comienza a jugar un papel fundamental el bienestar de los empleados y los esfuerzos por medirlo de la manera más certera posible. ¿eNPS es la respuesta?